Turín, con sus 18 km de arcadas, es una de las ciudades más fascinantes y misteriosas de Italia. Su magia consiste en la fusión de arte, historia y vanguardia. Bajo la pátina del rigor de Saboya palpita una vivacidad y vitalidad que no solo asombran, sino que literalmente cautivan al visitante: palacios barrocos y arquitectura futurista, colecciones de arte antiguo y críticas de cine internacionales, el segundo Museo Egipcio del mundo por importancia de sus exhibiciones y el mundo, equipos deportivos famosos. Además de esto, las refinadas residencias de Saboya, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con sus suntuosos jardines recuerdan la vida refinada de la corte de Turín y dan testimonio del poder de la dinastía milenaria de los Saboya. 

La tradición de la primera capital italiana sigue viva en los históricos cafés y restaurantes del centro. Un tejido industrial complejo y universidades de primer nivel hacen de Turín uno de los principales centros tecnológicos y científicos de Italia. Los Juegos Olímpicos de Invierno de 2006 destacaron las montañas que rodean la ciudad de Turín y la convirtieron en un destino ideal para los amantes de los deportes de invierno.

Turín es una ciudad que realmente puede satisfacer a todos debido a la variedad de su oferta cultural.